sábado, 17 de noviembre de 2007

Si fuese candidato a la Presidencia por el PPC

Amigos, hermanos, compatriotas,

Nos reunimos hoy no para hablar de ideologías, no para hablar de historia, no estamos hoy recordando fechas de importancia. Hoy venimos a decirle al Perú y al mundo, cuales son las realidades de este país. Aquí nosotros no contamos cuentos, aquí pasamos el trago amargo de la injusticia, vemos una realidad inflamada, que de norte a sur sufre por la lentitud del desarrollo. Hoy el peruano nos dice con frustración que no ve el crecimiento, que no llega a su bolsillo las bondades de la exportación, que sus hijos son condenados por un sistema educativo torpe y terco, la salud se pierde en el trámite burocrático.

Ante una realidad que no negamos, nuestra reacción es firme y sin dudas. Avanzaremos con determinación con el fin de transformarla. El tiempo no nos excusa. La revolución social no tiene espera. Ya fuimos marcados por los aplazamientos. Se nos dijo en el anterior proceso electoral, que las cosas cambiarían, que las reformas se harían sentir, que el ciudadano vería al Estado servir. Se no dijo que el trabajador tendría sus 8 horas, que los services serian eliminados. Se nos dijo que la sierra exportaría y que la riqueza llegaría a los poblados lejanos donde no hay, ni desarrollo, ni Estado.

Yo pregunto ahora a la nación, les pregunto a ustedes hoy, si ven, si sienten, si el gobierno ha cumplido con sus propuestas, la respuesta la creo clara, sin escucharlos siento su angustia: El gobierno nos ha fallado. Una vez más se nos prometió el cielo, mientras tanto la tierra se seca, la informalidad no es reducida y el trabajador es reducido, sin derechos ni libertad. Acaso, hablar de leyes, hablar de 8 horas, de services, traerá dignidad para el peruano común que solo quiere llevar un pan a la mesa. Acaso con la ley se resuelven los problemas. Como podría yo hablarles hoy de 8 horas, mientras llevamos sobre nuestras espaldas un 80% de desempleo, cuando nuestros taxistas son profesionales altamente educados y peor aun, cuando vemos cientos de jóvenes unirse a una fuerza laboral olvidada en la informalidad. No vemos determinación por parte del gobierno.

Acaso me equivoco cuando digo, “el gobierno ha prometido, prometido, pero no nos ha cumplido”

Nosotros debemos ver con seriedad, estos hechos, debemos sancionarlos públicamente, porque creemos en la construcción de un país en democracia. Porque consideramos que el camino de la justicia, es el camino de la libertad. La transformación sincera que nuestra patria a de ver, se basa en la verdad. Porque la realidad, la vivimos todos y el progreso lo logramos todos. Todo peruano, aquí, allá, a 3000 metros sobre el nivel del mar, al lado del puerto o surcando un río, Todos vivimos la misma realidad y el mismo sueño. Mientras las colas en los hospitales no son reducidas, mientras los doctores se levantan en huelgas, mientras no se enfrenta la desnutrición, mientras la currícula no cambia y la infraestructura no resista el peso muerto del sistema educativo, mientras el profesional es agobiado por la carga tributaria, mientras la justicia sea lenta y burocrática, mientras el gobierno tropiece una y otra vez. Los peruanos nos levantamos bajo una voz y vemos una propuesta real y democrática. Los peruanos vemos hoy esperanza y confianza. Porque mientras los problemas derrotan al gobierno, nosotros daremos la lucha.

Mientras exista un Perú dispuesto a abrazar el desarrollo, a tirar abajo la demagogia, mientras demos muestras de querer crecer en igualdad, estaremos juntos, como hoy mirando el futuro sin miedo, listos para construir. Hoy y ahora es la oportunidad de capitalizar el tiempo perdido. Nunca más, seremos un rebaño sumido en la ignorancia.

Señores del Perú profundo, del Perú sereno, del Perú trabajador, del Perú que no descansa, del Perú que sigue, a pesar de la política. Hoy les decimos, que aquí estamos lo locos que hombro a hombro, nos atrevimos a construir y a hacer Patria, aquí estamos los locos, que como peruanos, nos rehusamos a creer que no podemos avanzar.

Señores somos nosotros los peruanos del mundo los que al unísono gritamos, el rezo:

“Somos los locos, los chiflados, los apasionados,
somos los peruanos, los hombres capaces de dar el salto en la inseguridad,
hacia la creciente incertidumbre de la pobreza;
que aceptamos diluirnos en la muchedumbre anónima
sin pretensiones de colgarnos una medalla,
no utilizando nuestras cualidades mas que en provecho de nuestra gente.”

En ese espíritu, es que el pueblo del Perú, que apuesta por la democracia, que lucho en Arequipa en los 50 contra la tiranía, que se levanto y derroto en las calles a la peor banda corrupta que allá asaltado nuestra patria en los 90. Le dice al mundo y a Venezuela, que aquí no necesitamos los petrodólares, aquí los peruanos concientes y libres, tomaremos nuestras decisiones, somos nosotros los que determinaremos nuestro destino.

No será el Perú una republiqueta títere de los intereses imperialistas de Venezuela. Aquí nosotros elegiremos un Presidente, no un virrey. Somos libres por siempre y la bravuconería ostentosa, no sembrara miedo en nuestras filas. Avanzamos con la firmeza de saber y conocer nuestra realidad. Acabaremos con la demagogia Chavista en las urnas, una vez mas el pueblo Peruano se hará libre a través del voto. El dinero del petróleo no comprara a los ciudadanos del Perú.

“Use usted, Sr. Chavez el dinero del petróleo para reducir la pobreza que aqueja al sufrido pueblo venezolano, nosotros haremos nuestro camino en democracia, este es un camino que recorreremos solos, no necesitamos de su guía, sabemos lo que hacemos”

El mensaje democrático que hoy le damos a los tiranos del mundo, también lo lanzamos como advertencia a aquello grupos que persiguiendo intereses ideológicos busquen subvertir el orden que hoy se fundamenta en libertad y democracia. No existe dura que la fuerza pública sentara las bases de un Estado eficiente que pueda extender su presencia en todo el litoral. Hoy lucharemos contra el terrorismo, sembrando justicia. Nuestras escuelas enseñaran, es así como sentaremos las bases del nuevo Estado democrático. La posta médica llegara hasta los confines del litoral, la escuela y el juez la acompañaran.

Iniciaremos así la construcción de una cultura democrática como contraparte a aquellas propuestas destructivas que sin siquiera conocer la realidad buscan tacharla. Acompañaremos los esfuerzos por descentralizar al Estado, con una fuerza de seguridad efectiva, hay que modernizar al Estado, hay que reducir la burocracia y aumentar la eficiencia. Esa es la lucha que derrotara al terrorismo, no serán los conflictos en la ceja de selva, sino el profesor en clase, el encargado de sitiar, de enfrentar esa ideología perversa y oportunista que le impuso miedo a todos los peruanos. La sociedad peruana ha de rechazar la opción subversiva, esa es la cultura democrática que nosotros perseguimos, esas son nuestras armas, desarrollo, desarrollo, desarrollo, así tendremos PAZ.

Por eso marcamos un camino claro, la opción que impulsamos es la de una educación descentralizada, donde los padres de familia puedan tener voz sobre quien le enseña a sus hijos, donde el director pueda administrar y gestionar la educación de los niños, donde el gremio sea un aliado para defender el derecho a una educación buena, la opción que impulsamos es la opción del niño, la opción de nuestros hijos, porque son ellos el Perú.

Es así como con proyecto de nutrición efectivos a nivel de toda la Republica, garantizaremos ese futuro para nuestros niños, nuestra opción es garantía de desarrollo, es garantía de un porvenir seguro. Porque aquí nosotros no hablaremos de treinta cosas, mil planes y proyectos. Solo diremos lo que haremos, educación, salud y justicia. Son esos lo clamores de la gente, que no busca la solución de sus problemas en formulas matemáticas, que no encontrara satisfacción en explicación sociológicas. Pongamos la escuela ahí donde no hay Estado, pongamos la posta donde el peruano muere por enfermedad, pongamos al juez donde el sueño de justicia es eso un inalcanzable sueño.

Que se sepa para siempre y en toda la nación que este es el mensaje democrático, de justicia y libertad que propugnamos. Esto es lo que pensamos, esto es lo que sentimos, esto es lo que nos mueve. A nadie queremos colgar de los faroles, ninguna dictadura nos proponemos implantar, para todos los hombres de buena voluntad estarán siempre abiertas nuestras puertas; pero sépase por todos, de una vez y para siempre, que la nuestra es una idea y una fuerza concebida para servir a los pobres, para ayudar a los más, y para reconocer en todos la eminente dignidad de la persona humana y la gloria irrenunciable de su destino trascendente.

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