miércoles, 17 de enero de 2007

Los tiempos TURBULENTOS.

Durante los últimos años, el clima y lo relacionado a la ecología han ganado mayor protagonismo en la escena mundial, tanto así que hace unos meses durante el 2006, en las carteleras de todo el mundo figuraba una película hecha a modo de documental que trataba de manera exclusiva el problema climático. La película, “Una verdad inconveniente” tenía como presentador a Al Gore, ex candidato presidencial de los Estados Unidos, ahora convertido ante los medios internacionales en la nueva (o vieja) cara de la causa ecologista. Esto es importante porque vemos como la cultura popular internacional ve con mucha atención el tema climático, razón por la cual hemos visto también películas como “El día después de mañana” que tratan el tema con predicciones fatalistas. Esto es muy positivo, porque denota la preocupación de grandes grupos sociales por el tema. Sin embargo, la masiva exposición en los medios, no es suficiente, las miles de recomendaciones, tampoco lo son. Hace mas de 10 años que todos sabemos que los aerosoles, la polución de los carros, entre otras, están causando severos problemas en la atmósfera y como consecuencia en el clima. Esto significa que los cambios o correcciones no están caminando a la velocidad necesaria.

Como diría, JFK, “el momento de reparar el techo es cuando el sol esta brillando” tal vez JFK no se refería al problema del clima, pero sin duda su frase es ad hoc en este caso. No esperemos a que los glaciares ya estén derretidos o que los bosques solo sean ceniceros, el momento de arreglar los problemas del ecosistema de la tierra, es ahora y lo fue ayer, porque mañana será demasiado tarde. Inclusive me atrevería a decir que ahora es demasiado tarde, no obstante prefiero ser optimista.

El cambio parte de un compromiso político nacional e internacional. El tratado de Kyoto que es uno de los esfuerzos más notables para detener el incremento de CO2 en el aire, no ha sido ratificado por todos los países y menos por los EE. UU. Aunque existan actualmente países como Australia que están en los hechos aplicando políticas similares a las señaladas en Kyoto, creo que lo necesario ahora es el compromiso político, es decir la firma, que para algunos puede ser irrelevante. Esta simple firma significa mucho más que tinta sobre papel, significa un reconocimiento oficial por parte de los Estados firmantes de que se van a comprometer con redireccionar sus políticas para que sean “enviromentally friendly”, aun así es apreciable es el fuerzo hecho por Australia.

Lo que en definitiva no es apreciable es la política estadounidense con respecto a este tema, al parecer no esta ni siquiera en agenda. Ya que es el país que cree fielmente que su destino manifiesto es luchar por la humanidad y su libertad en todo el mundo, hay que recordarles que sin mundo no hay libertad. Algunos sectores de ese país, argumentan que firmar el tratado o introducir políticas pro medio ambiente, traería efectos negativos a la economía de ese país. Lo afirmado es sin duda erróneo, ya que si la tierra no tiene futuro entonces tampoco la economía, ¿acaso no es más costoso tener que afrontar desastres naturales como huracanes o el reciente Katrina, en términos económicos y humanos? Algunos dirán que estos son imposibles de prevenir, que uno no controla la naturaleza, pero lo posible es implementar políticas para estabilizar el medio ambiente e impedir que los Katrinas sean mas frecuentes. Frente a estos hechos, revisemos las políticas del país del norte: la intensidad y duración de los huracanes tropicales ha aumentado en un 100% desde 1970, de acuerdo al National Climate Data Centre el costo de los huracanes que chocaron la costa de los EE.UU, solo en el 2005 fue de $100 billones, 400,000 millas cuadradas de hielo en el Ártico se han derretido, para el 2050 entre 15-37% de la flora y fauna habrán desaparecido y frente a esto el congreso americano ha pasado 0 bills.

Las cifras muestran una realidad y un futuro terrorífico, vemos ahora inundaciones en Europa, sequías en África e incendios en Australia. Frente a esto, uno ve la actitud de las famosas potencias y solo le queda llorar. La realidad es que todo individuo en su vida personal debe esforzarse en adaptar las costumbres cotidianas para proteger el medio ambiente, pero el mundo no puede ser salvado por los pitufos, sino tienen que haber cambios a nivel macro, de política Estatal. El desarrollo sostenible, ya no es un solo buen deseo, sino un imperativo, para las generaciones actuales. Porque ya no solo es cuestión de dejarle a las futuras generaciones, parques animales, aire puro, para que disfruten lo que nosotros pudimos disfrutar, sino ahora lo que esta en cuestión es dejarles un mundo para vivir, un mundo habitable.

Los tiempos que estamos viviendo son en definitiva turbulentos. Para los que se rehúsan a aplicar políticas a favor del planeta, solo me queda decir: Delenda est Cartago!!


Hasta la proxima.

2 comentarios:

caranduca... dijo...

Un conservador tambien puede ser ecologista???
jeje que yo sepa no es un tema de la agenda REPUBLICANA jejeje
pero esta bien q cambies y te pongas un poco verde de ves en cuendo

Anónimo dijo...

Vi la pelicula, algunos dirian que es tendenciosa o incluso un producto propagandistico para el sr. Gore. De igual modo coincido contigo, hay que iniciar el cambio.