martes, 16 de enero de 2007

La moral y las mentiras


Hace unas semanas mientras conversaba con un amigo sobre diversos temas, éste hizo referencia a la doble moral y como ésta era la nueva moda en política. A consecuencia, yo me puse a reflexionar sobre, pero no creí posible que ese eufemismo de mentira como es el famoso “double Standard” sea una moda. Más tarde me di cuenta que estaba equivocado, frase recurrente en toda etapa de crecimiento.

Poniendo las indignaciones de lado, la doble moral se ha convertido últimamente en una forma de vida, en casi una escuela de pensamiento. El postmodernismo, el relativismo de las cosas, las “mentes abiertas” o vacías, como quieran llamarlas, se han convertido en las banderas de esta nueva modernidad y son defendidas por lo jóvenes que se amparan en los cambios, para proteger este estilo de vida “super relax”. La lógica que utilizo para atar la doble moral con la relatividad, es que, como ya no existe una sola verdad, como ya no se sabe que es malo y que es bueno, como todo es argumentable, entonces puedo defender la vida luchando contra la pena de muerte y luego callar, como dijo un ministro, “en siete idiomas” cuando se toca el tema del aborto. Si un joven ve esto, diría que todo es relativo, que hay que pensar fuera del cuadrado que hay libertad.

Creo que ese camino no solo es equívoco, sino peligroso. La moral no es relativa como a muchos le gusta pensar, sino absoluta, universal y personalísima. Creo que está ligada con lo que es la persona y habita en su interior, en base a la moral que uno dibuja sus principios. Los puntos de vista, las opciones políticas, la forma de vida que uno elige, todo debe ser consistente con los principios que uno defiende. Es para mi claro que el ser humano es uno e indivisible.

La persona que le miente a sus amigos, es la misma que pregona sobre la honestidad ante sus alumnos. En estos casos el remordimiento la conciencia, el saber que uno ha actuado mal, dígase la culpa, nos muestra a un ser que no puede separar sus acciones dependiendo de las circunstancias, la naturaleza del hombre es actuar como uno. Es así como uno no puede llamarse demócrata si en su casa es un dictador, uno no puede llamarse cristiano si discrimina, menos defensor de derechos humanos y justificar regimenes como el de Castro. Esto es así de simple, la moral es una, como lo es el ser humano, ya depende de la persona que esta detrás, si tiene la voluntad y la convicción suficiente para cumplirla. Esto no significa en absoluto que uno debe ser un santo en su vida y que si se equivoca una vez esta condenado, al contrario como decía San Agustín, “es mejor cojear por el camino correcto, que correr por el incorrecto”. Errar es humano, pero olvidar, mejor dicho ignorar la moral, los principios en pocas palabras esconderse tras posiciones relativistas, seria correr por el camino incorrecto y como nos diría el mismo San Agustin, cuanto más se corre en la dirección o camino incorrecto mas difícil es regresar. Uno debe siempre luchar por hacer el bien, puede fallar, pero lo que cuenta es la intención (como diría Kant). Por eso defender la vida, los valores, la moral es defender a una sociedad humana y pacifica, donde las cosas sean cosas y las personas tengan dignidad. En otras palabras, es defender una sociedad donde la libertad no ampare el fraude y donde la palabra sola tenga valor.

Termino esta columna diciéndoles, hay que ser consecuentes con nuestros principios, son lo más sagrado que tenemos. Y para los que se amparan en la mentira llamada doble moral les digo: Delenda est Cartago!!!

Hasta la Próxima.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Claro claro.... muy bonito... pero no critequemos tanto a los relativistas, que cuestionan todo, y viven en un escepticismo cuasi infernal; sino hablemos, precisamente, de aquellos que se saben la teorìa de la moralidad, de aquellos que pregonan que se han leido la Biblia, y la etica nicomaquea de Aristoteles. Ya que son aquellos los caballeros negros del apocalipsis que vendràn a juzgar y a acribillar a los insurrectos....()...... Es que, son precisamente estos personajes, a los que el dicurso les queda chiko... porque nos hablan de austeridad y de compromiso, y de pronto.. ..una mancuernilla de oro y diamantes se le desprende, y atras de él.... una fila de sirvientes tratando de tirarse sobre aquella. Basta!!! Basta ya! aquellos que crean tener el don de vivir moralmente, pues que vayan a sus casas y que lo practiquen.. ¿xq salir gritando a decir que uno sì vive en la moralidad? ....-No estoy de acuerdo con san agustin, ya que màs cerca está de Dios, aquel agnostico q se niega en creer en una moral absoluta que un beato, que se golpea el pecho , mas vive de la carroña y de su tan cristiana doble moral....requiem.. requiem..requiem x el Peru